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Leticia Lizama, la abogada de Pitrufquén que ayuda a las personas a liberarse de sus deudas… y de sus cargas emocionales

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Por Gore C.

Con una sonrisa y energía contagiosa, Leticia Lizama Bruna irradia entusiasmo por la vida. Abogada de profesión, terapeuta raikista por vocación y mujer de espíritu inquieto, ha sabido construir una vida donde lo legal, lo humano y lo espiritual se entrelazan en perfecta armonía. Desde la ciudad de Pitrufquén —su tierra y el lugar donde creció junto a su familia— proyecta su trabajo a todo Chile, ayudando a personas y familias en distintos ámbitos del derecho, pero también acompañándolas desde la energía y la sanación interior.

Hija del exalcalde y actual concejal Pedro Lizama, Leticia confiesa entre risas que su ingreso al mundo del derecho fue, en un principio, más una decisión paterna que una vocación propia. “Mi papá me dijo que primero tenía que estudiar una carrera y después hacer lo que quisiera. Yo solo soñaba con ser actriz”, recuerda. De hecho, su pasión por el teatro fue tan fuerte que, cuando aún era muy joven, tuvo la oportunidad de ser invitada por el actor Tito Noguera a su academia en Santiago, luego de una presentación en Pitrufquén. “Era mi gran oportunidad, pero mi papá no me dejó ir. Me quería morir, pero con el tiempo entendí que la vida tenía otros planes para mí”.

Su historia no ha estado exenta de pausas y reencuentros. Tras iniciar sus estudios de derecho a comienzos de los años 2000, vivió un periodo complejo que la llevó a dejar temporalmente la carrera. La inhabilitación política de su padre, un golpe difícil para toda la familia, la afectó. “Me dio una depresión tremenda. Yo siempre he sido muy apegada a mi papá, y verlo pasar por ese momento me derrumbó. Pero con el tiempo entendí que incluso eso tenía un sentido”, comenta con serenidad. Durante esa pausa, volvió al teatro, actuó en montajes locales, y redescubrió su amor por el arte, aunque la realidad económica la llevó nuevamente al derecho. “El teatro me encantaba, pero no me daba para vivir. Así que decidí volver a la carrera, y esta vez con otra mirada”.

Con esfuerzo y determinación, Leticia retomó sus estudios, los completó con éxito y se tituló con honores, iniciando un camino profesional que ya suma más de once años. Hoy se especializa principalmente en derecho de insolvencia y reemprendimiento, ayudando a personas naturales sobreendeudadas a acogerse a la Ley 20.720, conocida como la ley que permite “volver a empezar”. “Me dedico a liberar a la gente de sus deudas, a que vuelvan a dormir tranquilos, a recuperar su vida. No se trata solo de lo económico; es una liberación emocional y energética”, explica. Esa visión integral de la persona es la que la ha llevado a unir su formación jurídica con su experiencia como terapeuta raikista y alineadora de chakras. “Mis clientes no llegan por casualidad. Hacemos un trabajo completo; lo legal y lo espiritual. Porque sanar las finanzas también tiene que ver con sanar la energía y las emociones”, explica.

Su lado comunicadora también ha vuelto a florecer en las últimas semanas. Amante de la radio desde joven, Leticia regresó a los micrófonos con el “espacio jurídico”, que se transmite todos los viernes en el programa “Sabor Nostálgico” de la radio FM Gente, entre las 11:30 y las 13:00 horas. Junto a la animadora radial Verito Moya, lleva el derecho a la comunidad con un lenguaje cercano, claro y entretenido. “Lo pasamos muy bien, porque explicamos temas legales en palabras simples. La gente nos manda preguntas durante la semana y las respondemos en vivo. Es un espacio donde se aprende, pero también se comparte, se ríe y se conecta con la vida real”, cuenta con entusiasmo.

A sus 45 años, Leticia vive una etapa que define como una de las más plenas y felices de su vida. Se separó recientemente, tiene un hijo de ocho años con quien mantiene una relación de amor y crianza compartida junto a su padre, y ha decidido retomar actividades que la llenan de alegría. “Estoy bailando tango, algo que me fascina, y además lo hago con mi papá. Estoy en grupos terapéuticos, con mujeres maravillosas, y siento que estoy disfrutando cada etapa. Me separé, sí, pero estoy agradecida del universo. Retomé mi vida, mis pasiones, mis risas. Todo vuelve cuando uno está en sintonía con lo que ama”, concluyó.