Como un caso extremadamente infrecuente y complejo, calificaron la cirugía que realizaron los traumatólogos, Pelayo Arrieta, jefe del equipo de extremidad superior del Hospital Dr. Hernán Henríquez Aravena de Temuco, y Phillip Anwandter, presidente de la Asociación Chilena de Cirugía de la Mano y jefe de la Unidad de Paciente Regional de la Clínica Los Andes de Santiago.
Ambos especialistas intervinieron a un paciente que presentaba una artritis reumatoidea de muchos años de evolución y que tenía casi una total restricción de movilidad en ambas manos.
“Le fallaron ciertos músculos de la mano que se fibrosaron, es decir, les dejó de llegar circulación y dejaron de funcionar lo que generó que se fueran cerrando o empuñando hasta el punto de no poder utilizarlas y, por lo mismo a pesar de tener un poco más de 50 años, hoy debe recibir una pensión por invalidez”.
Según explicaron los médicos, el caso tratado es, enormemente poco frecuente, por lo que debió ser presentado a especialistas internacionales de China, EEUU y Suiza y, junto a ellos, idear un plan de tratamiento acorde a la patología del paciente.
“Se creó un plan de acción con un poco de todos los conocimientos que sabemos con la idea principal de poder mejorar la calidad de vida del paciente que hoy está muy limitada. Está con ambas manos empuñadas y sin poder abrirlas por lo que esta operación cambiará radicalmente su vida”.
ANESTESIA LOCAL
La cirugía se realizó con una técnica de anestesia que, según dijeron, “si bien es bastante particular no es novedosa, ha tenido un gran auge en el último tiempo y es ideal para casos como este pues permite anestesiar sólo la zona a operar con el paciente despierto, quien puede seguir instrucciones para mover la mano e ir evaluando la función real de lo que se está evaluando en la cirugía”.
La operación que duró alrededor de 5 horas buscó entregar una buena funcionalidad en la mano. Debieron elongar algunos tendones y fijar algunas articulaciones con el objeto de que el paciente pueda estirar sus manos sin dolor.
Luego de la cirugía, de acuerdo a lo señalado por el médico tratante, el paciente que había perdido el 70% de la movilidad de su mano, “hoy la puede abrir, puede tomar cosas; antes no podía por lo que está muy contento”. Actualmente, se encuentra en rehabilitación con terapeuta ocupacional y citado en marzo para intervenir la otra mano.