En la literatura existen estudios que relacionan el consumo de alcohol con la pérdida auditiva y que señalan que su ingesta afecta el umbral auditivo en una amplia gama de frecuencias tonales (número de veces que se repite una onda sonora), ya que el umbral (mínima intensidad sonora capaz de ser percibida por oído humano) se reduce significativamente.
«La mayoría de ellos han usado como herramienta de medición la audiometría tonal liminar, la cual permite medir los umbrales auditivos conociendo la mínima intensidad para percibir un sonido» analiza María Victoria Díaz, secretaria de Estudios de Fonoaudiología y uno de los autores del paper que buscó cómo era esta vinculación específicamente en mujeres de La Araucanía.
La investigación comparó tres grupos con diferentes consumos de alcohol (abstemias, de 40 a 59 y superior a 60 g alcohol diarios), «nuestros resultados indican que, en el oído derecho, había descenso en las frecuencias medias (1000 a 3000 Hz) en el grupo que consumía de 40 a 59 g de alcohol diarios, comparándolo con el de abstemias» señala la especialista.
Asimismo, para el oído izquierdo, se evidenció un descenso de las frecuencias agudas (4000 a 8000 Hz) en el grupo que consumía más de 60 g de alcohol diarios. «Estos resultados indican no solo que hay relación entre el consumo de alcohol y pérdida auditiva, sino que, además, en la población femenina estudiada, esta pérdida comienza a aparecer con un consumo entre
40 y 59 g de alcohol» señala María Victoria Díaz.
Y agrega: «lo interesante de nuestro estudio, que aporta mayores datos a los obtenidos por los otros autores, es que se incluyó como herramienta de medición adicional a la audiometría tonal liminar los potenciales evocados auditivos de tronco. Una herramienta objetiva que permite conocer la velocidad del impulso eléctrico en su recorrido por el tallo cerebral, por lo tanto, aporta mayor objetividad a los resultados e identifica zonas del tallo encefálico que según nuestro estudio estarían comprometidas».
Para la muestra se utilizó un tipo de muestreo no probabilístico. La técnica utilizada fue la incidental. Para ello, las mujeres fueron contactadas en centros comerciales, en donde se les invitó a participar en la investigación y se agendó una hora para su atención.
«Lo ideal sería poder aumentar el tamaño muestral con el fin que los resultados puedan ser extrapolados a la población femenina en general, permitiendo la creación de programas específicos orientados al sexo femenino» analiza la investigadora.
Los exámenes fueron tomados en una única sesión, todos ellos en el laboratorio de audiología de la Universidad Autónoma de Chile, sede Temuco. Con el objetivo de descartar que los resultados estuviesen influenciados por otras variables, se aplicó una anamnesis, donde se tuvo en cuenta que se cumplieran los criterios de exclusión. Se realizaron pruebas auditivas: audiometría, discriminación de la palabra y potenciales evocados auditivos de tronco cerebral.
Los hallazgos de esta investigación señalan la necesidad de revisar las políticas públicas de concienciación en el consumo responsable de alcohol, debido a que los daños producidos en el oído medio o interno son irreparables. Además de poner de manifiesto que se necesitan más estudios para conocer, a mediano y largo plazo, otras alteraciones que puedan presentarse.