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Más de 30 mil kilómetros, una furgoneta y mucho café: la historia detrás de Nimapu, el rincón soñado de Iván y Silvana en Freire

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Silvana Oliva Manquilef e Iván Illanes Torrejón llevan seis años construyendo una historia que suena a película: una mezcla de viaje, aventura, amor y sueños cumplidos. Se conocieron al norte de Chile, bajo el sol abrasador del desierto, cuando Iván trabajaba como guía turístico y Silvana, oriunda de Freire, se había mudado al norte para trabajar en las minas. Un día, buscando un respiro entre jornadas, Silvana decidió contratar un tour. Lo que no sabía es que ese paseo cambiaría su vida.

Cuentan entre risas que en ese grupo turístico ella era la única que viajaba sola. Mientras Iván, además de guiar, aprovechaba de practicar fotografía, ofrecía a los turistas tomarles fotos gratis para luego enviárselas. Fue así como, días después, retomaron el contacto para que él le hiciera llegar las imágenes. En aquella oportunidad, Iván la invitó a almorzar, y poco a poco comenzaron a descubrir cuánto tenían en común.

El tiempo los unió, y en plena pandemia decidieron lanzarse a su primera gran aventura juntos: recorrer Chile de norte a sur en una furgoneta, vendiendo café de grano. Partieron en Antofagasta y llegaron hasta Chiloé, cruzando de cordillera a mar, sumando más de 30 mil kilómetros. Iban ofreciendo el aromático café en cada rincón, conociendo ciudades, paisajes, culturas y personas. Venden café, sí, pero también regalan sonrisas, historias y, muchas veces, un poco de ayuda a quienes lo necesitan.

De las rutas a un rincón en Freire

Después de tantos kilómetros, de cafés humeantes y charlas al volante, Silvana e Iván decidieron establecerse de forma definitiva en Freire, la tierra natal de Silvana. Allí, en calle Purén 121, abrieron hace menos de un año la cafetería Nimapu, un nombre que mezcla las lenguas aymara y mapudungun y significa “lo que dice la tierra”.

El nombre no es casualidad. Durante sus años en el norte, Iván convivió con pueblos indígenas, en especial los aymaras, aprendiendo su lengua y llegando incluso a enseñarla. Silvana, por su parte, lleva en su sangre las raíces mapuche. Decidieron entonces unir estas dos culturas y rendirles homenaje a través del nombre de su emprendimiento.

Nimapu es hoy un espacio cálido, colorido y alegre a pasos de la plaza José Donant. Abre de lunes a viernes, de 9 de la mañana a 8 de la noche, y se ha convertido en la única cafetería en la comuna que ofrece café de grano, preparado fresco y con un aroma intenso que envuelve a quien entra. Pero no solo el café destaca: el lugar ofrece su repostería casera, especialmente la torta “ochentera” que Silvana prepara, la misma con la que, según Iván, “me enamoró”, cuenta entre risas.

El menú incluye también pie de limón, donuts, rollitos de canela, sándwiches, fajitas y completos, todo preparado con esmero y servido con cariño por los propios dueños. Porque eso es lo que distingue a Nimapu: no es solo una cafetería, es un proyecto de vida, un lugar donde cada cliente es recibido como amigo y cada taza de café lleva consigo el sabor de un largo viaje, de una historia de amor y de sueños que siguen creciendo.

Hoy, Silvana e Iván agradecen a Freire, la comuna que los recibió con brazos abiertos y donde pudieron echar raíces. Después de recorrer Chile desde Antofagasta a Chiloé, de cordillera a mar, encontraron aquí el lugar donde realmente quieren estar: un rincón donde seguir soñando, trabajando y compartiendo juntos lo que más aman.

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