Me parece que hay dos aspectos de gran relevancia que se abordan en este informe. Uno de ellos es que se reconoce la situación de vulneración de derechos humanos de las víctimas no mapuches que por 27 años se han visto afectadas por el actuar de las orgánicas radicales que operan en la Macrozona Sur.
Durante años el Estado ha invisivilizado a miles de personas, que incluidos miembros del pueblo mapuche, han padecido la violencia e inseguridad instalada principalmente en Bio Bío, La Araucanía y Los Rios.
El reporte también destaca que gran parte de esa violencia se radica en las provincias de Arauco y Malleco, por lo tanto, el Estado debe tomar medidas especiales considerando la realidad.
Aquí no se debe hacer distinción si las víctimas son o no de origen mapuche, ya que la violencia que imponen estos grupos los afecta de igual manera y es transversal.
Aquí se requieren medidas y un trabajo multidimensional que es lo que estamos abordando en la Comisión para la Paz y el Entendimiento (…)”.