Con apenas cinco años, Lucas Emilio Cravero ya tiene claro qué lo hace feliz que es subirse a su moto. “Siento paz y tranquilidad arriba de la moto”, dice con una sonrisa que refleja toda la pasión que este pequeño de Gorbea siente por el motocross.
Lucas comenzó a andar en moto antes de los dos años, inspirado por su papá y su hermano, ambos fanáticos del deporte tuerca. “Desde que me subí a una moto, nunca más me bajé porque me gusta mucho”, cuenta con la seguridad de quien encontró su lugar en el mundo. “Mi moto es de oro”, agrega orgulloso, refiriéndose al color dorado de su compañera de aventuras.
Este jueves, Lucas viaja rumbo a La Serena donde participará en la 5° fecha de su primer campeonato nacional de motocross categoría 50 mini, una experiencia que lo tiene feliz y expectante. “Estoy ansioso, pero tranquilo, porque cuando estoy en la moto me siento en paz”, dice con esa mezcla de inocencia y determinación que lo caracteriza.
Detrás de Lucas está el constante apoyo de su familia, especialmente de su papá, Patricio Cravero, quien no oculta el orgullo que siente. “De cabro me gustaban mucho las motos, pero mi familia no contaba con los recursos en esos años. Hoy, siento que estoy cumpliendo mi propio sueño al ver a mi hijo disfrutar de este deporte. Lo importante es que él lo disfruta y le encanta”, relata emocionado.
Cabe señalar que Lucas se prepara actualmente con el profesor José Salazar, en la academia “JS#7” de Temuco, y también recibe el apoyo de la kinesióloga Valeria Obreque.
Lucas no solo compite, también sueña en grande. Sueña con llegar lejos, tener auspiciadores y representar a su comuna y a todos los niños y niñas que aman este deporte. Por eso invita a todos a seguir su cuenta de Instagram, donde comparte su talento, sus entrenamientos y todo el amor que siente por el motocross. Quienes deseen acompañar este prometedor camino pueden seguirlo en Instagram en el perfil @lucascravero_27
A pesar de su corta edad, Lucas es un niño alegre, seguro de sí mismo, con una personalidad definida y metas claras. Su deseo es convertirse algún día en piloto profesional de motocross, y si algo ha demostrado, es que no hay sueño demasiado grande cuando se vive con pasión… y con el motor encendido.
