Ser dirigente social, es una labor que demanda tiempo, cero remuneración y mucha vocación; más aún si eres dirigente de un sector rural. Es el caso de Verónica Díaz Campos, mujer trabajadora, esposa, madre y abuela; nacida y criada en Coipue Los Castillos, comuna de Freire.
Sus comienzos en el mundo dirigencial se remontan al tiempo cuando sus hijos estudiaban, siendo parte de la directiva del curso. Una tarea menor, en comparación para la que vendría después, ya que con el apoyo de Carabineros de Freire formó la Junta de Vigilancia Rural de Coipue.
“Yo empecé siendo parte de la directiva de los cursos de mis hijos. Y en el año 2010 vino Carabineros de Radal a conversar conmigo para ver si podíamos formar una Junta de Vigilancia y empezamos a juntar gente con el Sargento Sandoval y el Sargento Novoa. Logramos reunir hartos socios y desde ahí que hemos estado trabajando, solo que en este momento no tenemos la Personalidad Jurídica al día”, cuenta Verónica.
Actualmente, posee un equipo radial en su casa que utiliza cuando los vecinos necesitan alguna ayuda. “Cuando la gente necesita ayuda yo llamo a Carabineros de Freire”, puntualiza.
Sobre su experiencia de cómo ha sido trabajar en una Junta de vigilancia rural, Verónica señala que “al principio tuve que aguantar todo lo que me decía la gente, me decían que yo era la sapa de los Carabineros. Pero al final se dieron cuenta que esto era necesario. Para mi ha sido súper lindo trabajar con Carabineros y también agradecer al Teniente Contreras de Freire, trabajamos súper bien. Así que agradecida de todos ellos”.
De igual forma, Verónica es conocida entre sus vecinos por realizar diferentes actividades recreativas dirigidas a niños y niñas del sector. “Me gusta que los pequeños disfruten de tardes recreativas, la última fue para navidad. Y todo eso es gracias al apoyo que recibo de personas que me cooperan para realizar las actividades (…) También ahora trabajo con los adultos mayores (…)”, nos cuenta.
La señora Verónica es bien querida en Coipue, entre ellos por los bomberos de la Cuarta Compañía quienes agradecen el cariño, preocupándose de tenerles alimentos, especialmente en la temporada de incendios forestales. Los tallarines y sopaipillas son parte del menú que prepara para sus bomberos cuando regresan cansados de alguna emergencia.
Actualmente, Verónica trabaja de paletera en la ruta Freire – Villarrica. “Mi primer trabajo de paletera fue para una forestal, ahí tuve que capacitarme y dar exámenes. Al principio me costó un poco, pero luego le agarré el ritmo. Si bien la mayoría son hombres en este trabajo, jamás me he sentido discriminada por ser mujer. He tenido compañeros muy buenos y amables. El cariño de aquellos que conocí en mi primer trabajo de paletera sigue hasta el día de hoy”.
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