Un nuevo aniversario conmemora la Tercera Compañía del Cuerpo de Bomberos de Pitrufquén “Rubén Sánchez Bustos”, una unidad que ha sabido crecer junto a la ciudad y adaptarse a los desafíos que impone el paso del tiempo, transformándose en un pilar fundamental de la respuesta ante emergencias, especialmente en el ámbito del rescate vehicular.
La historia de la Tercera Compañía se remonta al 24 de diciembre de 1954, fecha en que un grupo de vecinos y amigos de la comuna, conscientes del crecimiento urbano y de las nuevas necesidades de protección, decidió dar un paso al frente y formar una nueva compañía bomberil. En sus inicios, como muchas otras en el país, comenzó como una unidad de hacha y escala, orientada principalmente al combate de incendios estructurales.
Sin embargo, el desarrollo de la comuna, el aumento del parque automotriz y la presencia de rutas de alto tránsito hicieron evidente la necesidad de contar con una unidad especializada. Fue así como, con el paso de los años, la tercera compañía fue consolidando su especialización en rescate vehicular, una labor que exige preparación técnica permanente, equipamiento adecuado y, sobre todo, fortaleza humana para enfrentar situaciones de alto impacto.
“Antiguamente, los rescates se hacían de manera muy rudimentaria. Hoy los vehículos han cambiado su estructura y eso nos obliga a capacitarnos constantemente”, explica el director de la compañía, Jorge Delgado, quien destaca que la instrucción continua es una prioridad, considerando que cada emergencia presenta nuevos desafíos.
Una compañía con identidad y memoria
La tercera compañía lleva con orgullo el nombre de Rubén Sánchez, en homenaje a un destacado director que dejó una huella en la institución. La decisión de bautizar la compañía con su nombre fue adoptada de manera solemne por los voluntarios más antiguos, como un acto de justicia y reconocimiento a su entrega y compromiso.
La memoria y el respeto por quienes han formado parte de la compañía se mantienen vivos a través de emotivas ceremonias, como la tradicional romería al cementerio municipal, donde se rinde homenaje a los voluntarios fallecidos. En ese espacio, cada nombre es pronunciado en voz alta, acompañado por una campanada y la respuesta colectiva de “presente”, un gesto cargado de simbolismo que refuerza el sentido de pertenencia y continuidad.
Actualmente, la tercera compañía cuenta con alrededor de 30 voluntarios activos, además de exvoluntarios y simpatizantes que siguen ligados afectivamente a la institución. A ello se suma el permanente apoyo de las familias, que también forman parte esencial de esta gran comunidad bomberil.
Emergencias que marcan y fortalecen
A lo largo de su historia, la tercera compañía ha debido enfrentar emergencias de gran magnitud, algunas de ellas dolorosas para la comunidad. Accidentes con múltiples víctimas, rescates complejos y situaciones que han dejado una huella imborrable en sus voluntarios han sido parte del camino.
Estas experiencias, lejos de debilitar a la compañía, han reforzado la importancia del trabajo en equipo, el apoyo psicológico y la preparación integral de los bomberos, entendiendo que detrás del uniforme hay personas que también sienten y cargan con el peso de lo vivido.
El respaldo de la comunidad: rifas, colaboración y gratitud
En el marco de este aniversario, uno de los hitos más destacados fue la exitosa realización de la rifa del cordero, organizada por la tercera compañía como parte de sus actividades de recaudación de fondos. La iniciativa logró una amplia respuesta de la comunidad, con la venta total de los boletos, lo que permitió reunir recursos fundamentales para la compra de uniformes y equipamiento de protección personal.
En este contexto, el director Jorge Delgado expresó su agradecimiento a quienes hicieron posible esta actividad solidaria, destacando la colaboración de Heraldo Leal, Edgardo Burgos, Pedro Ancavil y el centro de eventos Los Cipreses, cuyos aportes fueron clave para el éxito de la rifa.
“Cuando los premios son donados, el beneficio es mayor para la compañía y, finalmente, para la seguridad de nuestros voluntarios y de la comunidad. Ese apoyo desinteresado se valora profundamente”, señaló el director.
Asimismo, se reconoció el permanente respaldo del municipio, del concejo municipal y de las distintas autoridades comunales que, a lo largo de los años, han entendido que apoyar a bomberos no es un gasto, sino una inversión directa en el bienestar de la población.
Más allá de la conmemoración, este aniversario fue también una instancia para mirar hacia el futuro. La tercera compañía mantiene diversos proyectos en carpeta y continúa fortaleciendo su trabajo comunitario, incluyendo actividades sociales y el desarrollo de su sección cadete, iniciativa pionera que busca formar a niños y jóvenes en valores como la disciplina, el trabajo en equipo y el servicio desinteresado.
Finalmente, desde la compañía reiteraron el llamado a la comunidad a informarse y considerar la posibilidad de integrarse a Bomberos. “Siempre necesitamos más manos y más corazones dispuestos a servir. Ser bombero es protegerse a uno mismo y a quienes queremos”, enfatizó su director.
Con más de cinco décadas de historia, la Tercera Compañía de Bomberos de Pitrufquén sigue escribiendo su relato entre sirenas, esfuerzo y vocación, reafirmando día a día su compromiso con la vida y la seguridad de toda la comuna.
