En estos días, en que estamos viviendo momentos cruciales, para la humanidad y para nuestra sociedad, también hemos ido descubriendo una triste, pero gran verdad. Desde que el Coronavirus, se hizo un integrante más en nuestras vidas, se hicieron evidentes realidades muy distintas, que viven a diario muchos de quienes nos rodean y que esforzadamente han cargado con esas inequidades, falta de oportunidades y abandono, por parte de un sistema, que vergonzosamente los ha ido ocultando.
Para Nuestros Sectores Rurales, El Coronavirus, trajo consigo muchas decisiones en las que no consideraron la realidad en que viven nuestras comunidades y localidades, alejadas de las cabeceras comunales. Por ejemplo, El teletrabajo y la Educación Virtual, dejaron en evidencia, la precariedad de vivir alejados de la ciudad, lo difícil que es poder acceder, en pleno siglo 21, a una buena señal de celular, a un buen equipo computacional, a tener acceso a un buen servicio proveedor de electricidad (sin que se esté cortando todas las semanas) a tener Agua Potable (sin depender de un camión o de un canal), a poseer un espacio digno para poder desenvolverse en el hogar, sin afectar el espacio de los demás integrantes de la familia.
De parte de las autoridades sólo escuchamos las frías órdenes, de ir a casa y ponerse trabajar, o de ir a casa y ponerse a estudiar, sin pensar en ningún momento cuán difícil es, para muchos esa nueva forma de afrontar ésta realidad que estamos viviendo.
Nuestras familias que trabajan en las faenas agrícolas de temporada, no pueden optar a esas oportunidades, y nuestros niños y jóvenes campesinos, al ser enviados de regreso a sus hogares, se encuentran en completa desventaja, empezando por la seguridad y calidad de su alimentación diaria, sumado a no poseer las herramientas necesarias, para responder a sus labores educativas que semana a semana, les encargan.
Como Concejal, no pretendo ocultar la realidad de muchos de mis vecinos y amigos, sólo con buenos deseos y estoy seguro que hay voces más autorizadas que la mía, que pronostican que tras ésta pandemia, las salas de clases no volverán a ser las mismas, y es ahí, donde de todo corazón espero, que como municipio y autoridades, centremos todos nuestros esfuerzos en equiparar la cancha para Nuestros Sectores Rurales, en los cuales debemos aprovechar esta crisis, como una oportunidad para Mejorar nuestras Escuelitas de Campo (no seguir cerrándolas), mejorar la conectividad digital (redes de telefonía), mejorar los servicios básicos (acceso a Luz y Agua Potable), mejorar la conectividad vial (caminos y locomoción), para poder afrontar la nueva forma de vida, que el Coronavirus nos heredará.
Tengo la Esperanza, que con las herramientas adecuadas y con igualdad de oportunidades, nosotros sabremos preparar a nuestros hijos para sean capaces de construir un mundo más justo y fraterno después de ésta tempestad.
