
Hace casi cinco años, Erwin Guiñez y Pamela Chanqueo tomaron una arriesgada decisión: dejaron sus carreras profesionales para embarcarse en un desafío gastronómico en Pitrufquén. Él, licenciado en Artes, y ella, psicóloga, encontraron en la cocina y la hospitalidad una nueva vocación. Así nació Ágape, un café y restaurante que ha logrado consolidarse como un referente en la comuna y alrededores.
La historia de Ágape comenzó en noviembre de 2019, cuando el matrimonio tomó las riendas de un local que antes era conocido como “El Rincón de Chocolate”. La pandemia llegó poco después, un escenario desafiante para cualquier emprendimiento, pero, contra todo pronóstico, el restaurante logró mantenerse a flote. “Iniciamos con harto miedo, pero Pitrufquén tuvo pocas restricciones severas en comparación con otras comunas, y eso nos favoreció porque muchas personas de localidades cercanas nos visitaban”, recuerda Erwin.
Desde entonces, la respuesta del público ha sido positiva. Clientes frecuentes y nuevos visitantes, muchos de ellos de paso, han ayudado a consolidar el restaurante como un punto de encuentro gastronómico.
Un espacio para compartir
El nombre Ágape no fue elegido al azar. En su significado más amplio, representa una comida fraterna y masiva, y ese es precisamente el espíritu del lugar. “Queríamos que el restaurante tuviera un ambiente familiar, donde vinieran jóvenes, adultos mayores, matrimonios con sus hijos, todos en un espacio agradable de conversación”, comenta Erwin.
A diferencia de otros locales, Ágape no está orientado a la vida nocturna. Su horario de atención es de lunes a sábado desde las 12:30 hasta las 22:00 horas, aunque después de ese horario continúan trabajando a puertas cerradas hasta la medianoche aproximadamente.
Aunque en sus inicios el concepto estaba más enfocado en la cafetería, con el tiempo el negocio creció y hoy Ágape ofrece una variada carta salada. En su menú destacan opciones como bife, lomo saltado, sándwich, pizzas, tablas y un menú ejecutivo, además de una colación del día que varía constantemente. Continuando con el concepto de cafetería y tetería.
Ubicado en Balmaceda 402, esquina Manuel Rodríguez, Ágape no solo es un punto de encuentro para sus comensales, sino también una fuente laboral para la comunidad, con un equipo que varía entre 10 y 12 trabajadores, dependiendo de la temporada.
El secreto del éxito: escuchar al cliente
Uno de los pilares del crecimiento de Ágape ha sido la atención a los comentarios y sugerencias de los clientes. “Siempre hemos tratado de mejorar nuestro servicio y escuchar lo que dicen las personas. Cuando nos hacen una observación, la tomamos como una oportunidad para mejorar y entregar una mejor experiencia”, explica Erwin.
Cinco años después de aquel arriesgado comienzo, Ágape sigue siendo un espacio donde la comida y el buen ambiente van de la mano. “Estamos agradecidos de quienes nos han acompañado en este camino, porque sin ellos este sueño no sería posible”, concluye Erwin Guiñez.