Luego de tres temporadas de aprendizaje, este 2025 lograron cosechar en su predio agrícola familiar.Las modificaciones climáticas están convirtiendo a territorios del sur de Chile, como Pitrufquén, en un verdadero vergel para el desarrollo de cultivos que hasta hace unos años eran impensados sólo eran exclusivos de la zona centro-norte del país.
Un ejemplo es la experiencia agrícola del matrimonio conformado por Amanda Pichún y Germain Riquelme. Provenientes de la Región Metropolitana, esta pareja decidió volver al sur -específicamente al sector rural de Quechuco, comuna de Pitrufquén- para afincarse y reiniciar su vida con el claro objetivo de cultivar sandías y melones.Afirman que no sabían nada de este cultivo, que en la zona central crece con particular facilidad. Sin embargo, iniciaron una etapa de tres años de pruebas y conocimientos apoyados por la Unidad PDTI-INDAP del municipio de Pitrufquén hasta que lograron los primeros y positivos resultados.
“Esto fue un ensayo, un aprendizaje de tres temporadas donde partimos de cero sin tener conocimiento del cultivo de melones y sandías, y menos de su manejo. Hoy podemos decir que el resultado ha sido muy bueno por la dedicación que le dimos porque para lograr buenos resultados se requiere de momentos, de experiencia”, indicó Germain.
Hoy este matrimonio ha logrado cultivar y cosechar en su predio familiar una cantidad de unidades que les ha permitido la comercialización en el territorio y en la zona urbana de Pitrufquén con bastante éxito.“Logramos lo que nos propusimos cuando nos venimos a vivir acá: cultivar algo que realmente no se da por estos lados y desafiarnos a lograrlo y poder vivir de la tierra, que en el sur es tan sacrificado, pero a la vez muy hermoso”, señaló Amanda Pichún.
Para ambos, la buena cosecha de melones y sandías abre un abanico de oportunidades que los ilusiona a dedicar mucho más tiempo a las pruebas y ensayos de novedosos productos frutales a sabiendas que la tierra y el clima permiten cultivos que hasta hace unos años sólo eran exclusivos de la zona central, y lo más importante, con un sello propio.
La alcaldesa Jacqueline Romero, ante la presencia de estos cultivos poco tradicionales en la zona manifiesta que “estas experiencias nos imponen el desafío de seguir apoyando las oportunidades que el territorio nos brinda. Nosotros como comuna tenemos que apoyar a nuestros agricultores, asesorarlos, entregarles la información para que puedan cumplir sus objetivos productivos”.
Según Rogelio Navarro, técnico PDTI de Pitrufquén, “estas experiencias dan cuenta de que en Pitrufquén no tenemos nada que envidiar las bondades climáticas y agrícolas de la zona central. Hemos visto que además de sandías y melones, hay un tremendo potencial en la producción de vides (uvas) lo que significa que con el tiempo veamos las primeras producciones de vinos en la zona. En este sentido, el llamado que hacemos a los productores es a atreverse y buscar el apoyo profesional a fin de aprovechar las oportunidades que el cambio climático está aportando a la producción agrícola campesina”, concluyó.
