Por Jorge Vergara (Estudiante en práctica de trabajo Social en CECOSF Pitrufquén)
Cuando pensamos en el verano, automáticamente uno de los pensamientos que aparece en nuestras cabezas es la posibilidad de desconectarnos junto con la oportunidad de realizar otras actividades que permitan sentir una mayor sensación de bienestar, como salir al aire libre, compartir con amigos/as, realizar paseos, etc. Esto también ocurre con los niños/as, quienes probablemente se encuentran más deseosos por la llegada de estas fechas, viendo en las vacaciones una oportunidad de descansar, jugar, compartir y por qué no, aprender.
El juego y el compartir, son actividades que están intrínsecamente ligadas a la niñez. Si retrocediéramos en el tiempo, probablemente podríamos recordar momentos donde hicimos pequeños y grandes descubrimientos a través del juego donde nos vimos sorprendidos/as por aquello que resultaba una novedad para nosotros/as o también podríamos recordar como en un verano conocimos a quien resultó ser uno de nuestros/as mejores amigos/as en la actualidad. Si lo pensamos de otra manera, tanto el juego como el compartir, aportan dos aspectos tremendamente beneficios y necesarios para el desarrollo de niños y niñas: aprender y vincularnos.
El aprendizaje va más allá de los espacios tradicionales a los que asociamos esto, como lo pueden ser la escuela, academia de deporte u otro. La posibilidad de aprendizaje está incluso en todos aquellos lugares que hemos dejado de frecuentar; las plazas, los parques y lugares públicos en general. Es en estos mismos espacios donde coincidimos con otros y comenzamos así, desde la niñez, a socializar con pares estableciendo muchas veces vínculos que marcan nuestra experiencia.
Por lo anterior es que promover la actividad física en verano, es una forma de ayudar a nuestros hijo/as a poder desarrollarse en plenitud, favoreciendo el aprendizaje a través del juego y la vinculación a través de la socialización con sus pares
Y es que el hecho de que sean “vacaciones” no implica que se deban descuidar rutinas saludables. Debido a que muchos padres y madres se encuentran de vacaciones, teniendo más tiempo para poder ayudar a que sus hijos mantengan una vida saludable o para poder realizar en conjunto actividades físicas, lo cual ayuda a que sean momentos divertidos en familia y generando un vínculo parental, además de ser un motivante para el infante a mantenerse en un ámbito de deporte, saludable y lo importante que es mantenerse en un buen estado físico.
