A un gran desafío se están enfrentando educadoras y técnicos en educación parvularia, quienes diariamente trabajan en los 15 establecimientos de este tipo, que son administrados por el Departamento de Educación Municipal y que hoy, en momentos de Pandemia, están diseñando nuevas estrategias y utilizando atractivas y efectivas metodologías para satisfacer las necesidades educativas de las más de 700 familias que son atendidas en estos centros de educación inicial.
Parte de este esfuerzo, es el que realiza el equipo de profesionales que forma parte de la sala Cuna y Jardín Infantil Los Angelitos, unidad educativa en la que son atendidas 52 familias del sector Todos Los Santos de Villarrica y que desde que se inició el Estado de Emergencia, continúa apoyando a los padres en la educación de sus hijos.
Es importante destacar que forman parte de esta comunidad educativa, familias migrantes que provienen de Haití y Venezuela, las que han sido acogidas y participan activamente en las actividades contempladas en la Educación a Distancia que desarrolla este Jardín Infantil.
Según explicó la directora de este centro educativo, Katherine Vergara, ha existido una continuidad pedagógica, en la que se ha logrado despertar la creatividad en las maneras de enseñar y en la que se observa una significativa presencia de la familia y la práctica de valores como la solidaridad, la participación, la diversidad cultural y sobre todo la inclusión.
Para esta educadora, la educación inicial es clave para el adecuado desarrollo del ser humano, de ahí la importancia de generar instancias de análisis y reflexión, para planificar adecuadamente la entrega de material pedagógico a los hogares, el cual debe ser simple, sencillo y fácil de ejecutar. “Con esta nueva situación educacional hemos visto muy presente a los integrantes de toda la familia en el proceso educativo, en el que el padre ha tenido un protagonismo y donde también se integran los hermanos mayores en la educación de los menores”.
Un desafío profesional que requiere principalmente de adaptación y habilidades para enfrentar esta nueva modalidad de educación que están experimentando las comunidades educativas y donde el rol de la familia ha sido de gran de gran relevancia. “Hemos realizado un trabajo en conjunto con el equipo laboral, colaborativo y participativo, en la ejecución de las diversas experiencias de aprendizajes enviadas al hogar. Continuar con el proceso de enseñanza -aprendizaje de los niños y niñas, es nuestro eje en estos momentos de Pandemia. Nos esforzamos por brindar experiencias lúdicas, desafiantes y motivadoras, en general prácticas para lograr el desarrollo integral de los menores, proceso en el que ha sido vital el apoyo educativo de todos los miembros de la familia, núcleo en el que niños y niñas gozan de mayor vinculación afectiva y seguridad”, concluyó la educadora, Katherine Vergara.